sábado, 19 de septiembre de 2015

Bodegas Sinforiano: Expresividad, caracter y terroir. La puerta de Cigales

La vida es una concatenación de circunstancias y en el vino, esto suele suceder quizás aun más, y con los vinos de Sinforiano, me ha vuelto pasar.
Es sabido el amor a mi tierra, a mi querido Valladolid y mi querida Sanabria, los recuerdos de los vinos por La Antigua y la esencia del "poteo" de Portu, y así de tal modo en plena Fiesta Mayor de Sabadell, redescubrí a 800km de mi querido terroir estepario castellano los vinos de Sinforiano. La DO de Cigales es esa gran desconocida por muchas personas que asocian Valladolid al concepto del Ribera, pero afortunadamente, la esencia de las tierras de la vega del Pisuerga, dan en copa la DO de Cigales. 
Sinforiano en si, es la expresión lacrada en cada gota de vino. Vieja escuela de saber hacer, pasión por la tradición con matices de apertura de mercado, hecho el cual estan consiguiendo. En el caso que procedo a comentar presento dos vinos que han cautivado el paladar de quienes los hemos podido degustar. El Reserva 2009 y el crianza 2010. El reserva es un excelente vino para maridar con un plato de Oreja y pata de cerdo con setas (como fue mi caso). El encaje de su edad con los matices de la potencia de sabor del plato degustado abrazo mi paladar durante un par de horas haciendo que ya pensando en mi próxima visita a Valladolid, ya tenga en mente y predefinido un buen chuletó

n de Ávila para acompañar al Reserva. En mi opinión es un vino de Fin de Semana, para disfrutarlo completamente y pausadamente, buen comer, y una intensa sobremesa.
El crianza siguiendo los trazos del Reserva, es el equivalente al vino de alta calidad para el dia a dia. Es un vino que tranquilamente podría encontrarse en los Bares de la Antigua. Vino para disfrutar entre semana, goloso y para públicos no muy dados al vino. Una cena sencilla, un plato de buen jamón y un poco de pan de candeal, y una copa de vino del crianza, cena y picoteo castellano, alli donde se preste, y en mi caso, en mi querida casa. 
Por que hay vinos que te transportan a tierras que te vieron nacer, a recuerdos de sensaciones, y por que me crié con Cigales en los bares de la Rondilla. Sin más, gracias a Baldomero Contreras de Lugar de Vino (Sabadell), he recuperado la esencia de los recuerdos de unos vinos que significan mucho para aquellos que amamos la tierra castellana.

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