De siempre es sabido, que los diseños diferentes en el mundo del vino, cautivan a los potenciales compradores de este, y cuando además en contenido es excelente, el producto en si, presta a ser disfrutado mas allá de lo que visualmente se presenta. Estamos ante un Fino, perteneciente a la DO Montilla-Moriles, clásico pese a su innovador envase. Estamos ante un Fino que cautiva por su color, sus notas a frutos secos y masa madre en proceso de fermentación en nariz y en boca cautiva de nuevo por combinar en un vino la salinidad, notas de amargor y frames de acidez y cierta sequedad que no exceden en ningun caso y equilibran y casan a la perfección. En mi caso, maridé este vino con unas costillitas de cordero y unos espárragos con una vinagreta casera. Hay que decir que el Eléctrico, fue el único vino servido aquel dia, y marido a la perfección tanto con la consistencia de la carne, como con la acidez y dulzor característicos de una vinagreta balsámica. Es importante también destacar, que una vez terminada esta botella, hubo casi un sorteo en casa para ver quien se quedaba con la Bombilla a modo decorativo. Esta ha terminado a 800 kilómetros de mi casa! Y es que no solo entra este vino bien por los sentidos vinculados al vino, si no que es capricho de apasionados de la decoración. A disfrutar de un buen fino, Eléctrico, de Toro Albalá
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