Desde un rincón del Alt Penedés, Torrelles de Foix, llega este vino mayúsculo de agricultura biológica y natural que ha roto los esquemas de un perfil de consumidos muy tradicional, mi padre.
Este vino se elabora de una forma bastante curiosa, con un coupage de 90% de Tempranillo del 2015 y un 10% de Garnacha del 2014. No utilizan sulfitos ni otros productos añadidos y además trabajan con levaduras indígenas.
De color granate tintado oscuro, casado con la estructura de las variedades, donde los polifenoles aportan su expresividad al vino de una manera única, este vino presenta cierta sedimentación, con lo
que para ello se recomienda decantarlo.
El resultado es un vino redondo, estructurado y completo que en nariz expresa los frutos rojos y la amabilidad de un domado natural de su expresividad. En boca es estructurado y amable, gentilidad en retrogusto y expresividad máxima de su terroir conseguido por el camino de la agricultura ecológica. Un vino que ha conseguido salta el estereotipo de que lo natural y biológico presenta ciertas características nada amables para algunos consumidores de vino.
Mi padre paso la prueba con una nota alta a este vino. Ahora faltaría la segunda prueba y definitiva, mi profesor de mi curso de Sommelier, Paco Cordero, a ver que opinion sacaría de este vino, y como presenta sedimentación , lo que se seguro, es que lo decantaría.
Un vino para descubrir el vino el si, y un concepto de hacer vinos.
Salud!
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